Históricamente, los costes del transporte de materias primas iban de la mano del de los bienes manufacturados, puesto que las primeras nutrían la maquinaria para producir los segundos pero algo ha cambiado.
Desde octubre de 2021, el índice Baltic Dry Index refleja una de las mayores descorrelaciones que se recuerdan en el seno del transporte marítimo mundial, lo que anuncia el inicio de una crisis económica.
¿Qué es el Baltic Dry Index y por qué anticipa la crisis económica?
El Baltic Dry Index es un índice de los fletes marítimos de carga general de materias primas secas que se calcula ponderando una veintena de rutas marítimas clave.
Este índice, mide las variaciones del coste de transporte a granel de varias materias primas: hierro, carbón o los cereales entre otros, cuya transformación genera otros productos, transportados por 23 rutas marítimas .
Por este motivo, este indicador, se considera el termómetro avanzado del futuro de la economía: el índice se ha convertido en el canario en la mina para anticipar una recesión económica: si la economía mundial entra en crisis se reducen los contratos de transporte de materias primas y el Baltic Dry Index cae.
¿Qué ha ocurrido? El 7 de octubre, el índice, marcó su máximo en 13 años y desde entonces lleva 12 jornadas consecutivas en caída. ¡Se ha hundido un +75%!
La caída del Baltic Dry Index, dos interpretaciones
La caída del Baltic Dry podría tener dos interpretaciones:
- Compensación Oferta y Demanda de Transporte
La primera, ante la creciente escalada de los fletes, durante los últimos años, la oferta ha compensado la demanda y empiezan a reducirse los cuellos de botella logísticos globales.
Si fuese así, el alivio en el transporte sería transversal y afectaría del mismo modo buques portacontenedores, petroleros o frigoríficos y estaríamos percibiendo una caída general de los precios.
2. Indicador Avanzado de Crisis Económica
La demanda de materias primas se ha empezado a contrae, amenazando el crecimiento de la economía y avanzando la crisis económica.
¿Cual es la realidad?
La realidad es que las principales rutas comerciales siguen congestionadas. Tal es así que los costes asociados al flete de contenedores en algunas de las rutas comerciales más concurridas del mundo partiendo desde Shanghái -el puerto más importante – se encuentran en máximos históricos.
Y para acabar de empeorar las cosas, la irrupción de una variante Ómicron, en China, está incrementando los contagios en el país y aumentando los problemas en los puertos.
El puerto de Ningbo -el tercero más concurrido del mundo-, ha visto su actividad alterada, en las dos últimas semanas, tras descubrirse un brote de Covid-19. ¿Consecuencias? se han suspendido parcialmente los servicios de transporte de mercancías con camión en la provincia de Zhejiang.
Y al otro lado del Pacífico …
La situación no es mejor, en Los Ángeles, el número de portacontenedores anclados esperando desembarcar ha marcado un nuevo máximo, son ya tantos que el rastro se extiende hasta México.
China nos avisa: Se aproxima una nueva crisis económica
Si la Demanda de materias primas cae, amenaza crisis económica.
El ejemplo más claro lo tenemos en China. Es el principal consumidor mundial de hierro y la crisis en la construcción ha producido una gran reducción del consumo de acero y cemento.
¿Consecuencias? Ha hundido las importaciones de hierro a menos de la mitad.
Tal ha sido la caída de la construcción que en Noviembre, fue necesario que Pekín interviniese para aliviar las presiones regulatorias sobre el sector para que no se hundiera.
No solo hay señales de advertencia desde China, también en Reino Unido o Estados Unidos. La elevada inflación está empezando a hacer mella, y las ventas minoristas de productos empiezan a verse afectadas.
Si a eso le sumamos que el nivel de ahorro está cayendo rápidamente volviendo a niveles pre-pandemia, y que el acceso al crédito se encarecerá por las subidas de tipos de interés que están por llegar, el panorama es delicado.
Volviendo al punto de partida, el Baltic Dry Index nos está advirtiendo que los implusos que habían empujado hasta ahora la recuperación económica, están amainando.
Y si no se revierte la tendencia, es cuestión de tiempo las consecuencias eso implica en la demanda global: el inicio de una crisis económica.
Fuente: Aleix Amorós.