Trump 2025: ¿Qué significa para la logística internacional?

La posibilidad de que Donald Trump regrese a la presidencia de los Estados Unidos en 2024 ha despertado una oleada de especulaciones en diversos sectores económicos. La logística internacional, siendo un componente crítico del comercio global, se encuentra especialmente expuesta a los posibles cambios en las políticas comerciales que podrían implementarse en una segunda administración de Trump.

Recordemos que durante su mandato anterior, su enfoque proteccionista, encapsulado en el lema «America First», reconfiguró el comercio internacional, afectando profundamente las cadenas de suministro. Ahora, las empresas enfrentan un escenario incierto donde la preparación y la resiliencia serán determinantes para sobrevivir y prosperar.

Un vistazo al pasado reciente

Para comprender lo que podría estar en juego, es esencial recordar cómo las políticas de Trump influyeron anteriormente en el comercio y la logística. Su administración se caracterizó por la introducción de medidas proteccionistas, siendo la guerra comercial con China una de las más emblemáticas. Los aranceles impuestos a productos chinos generaron disrupciones importantes en las cadenas de suministro, obligando a muchas empresas a buscar fuentes de abastecimiento alternativas en otros países como Vietnam, Malasia e India. Estos movimientos no solo encarecieron los costos logísticos, sino que también aumentaron la complejidad de gestionar redes de suministro diversificadas.

Además, la renegociación del NAFTA, que resultó en el actual T-MEC (USMCA), introdujo nuevas reglas que impactaron especialmente a la industria automotriz. Las exigencias sobre contenido regional y salarios mínimos en la producción llevaron a un aumento de los costos operativos para muchas empresas, aunque también incentivaron una mayor integración entre los socios comerciales de América del Norte.

Estos cambios obligaron a las empresas a ser más ágiles y creativas, pero también evidenciaron una realidad clave: las cadenas de suministro globales están profundamente influenciadas por las decisiones políticas. Un nuevo mandato de Trump probablemente no sería una excepción.

Un futuro cargado de incógnitas

Aunque las políticas exactas que Trump podría implementar en 2025 no están claras, su historial sugiere que retomaría su enfoque en priorizar los intereses estadounidenses en el comercio internacional. Esto podría traducirse en la reactivación de la guerra comercial con China, la imposición de nuevos aranceles y la renegociación de acuerdos comerciales clave. Para las empresas que operan en mercados globales, esto significa estar preparadas para un entorno aún más volátil.

Uno de los efectos más inmediatos de este enfoque sería un posible aumento de los costes logísticos. Si se reintroducen aranceles elevados, especialmente en sectores clave como tecnología, manufactura y bienes de consumo, las empresas tendrían que asumir costos adicionales que inevitablemente se trasladarían a los consumidores. Además, estas medidas podrían incentivar una mayor reconfiguración de las rutas comerciales, ya que las empresas buscarían alternativas para reducir su dependencia de países sujetos a aranceles elevados.

La relocalización de operaciones, conocida como «nearshoring», podría ganar aún más relevancia. Países como México y Canadá, con los cuales Estados Unidos tiene acuerdos comerciales más sólidos, podrían convertirse en destinos prioritarios para las empresas que deseen acercar su producción al mercado estadounidense. Esto no solo reduciría riesgos asociados a barreras comerciales, sino que también mejoraría los tiempos de respuesta y la capacidad de las empresas para adaptarse a cambios repentinos en el entorno global.

Un desafío para la logística internacional

La logística internacional estaría en el centro de este panorama cambiante. Las políticas arancelarias y los posibles cambios en acuerdos comerciales tendrían un impacto directo en el flujo de bienes, los tiempos de tránsito y las tarifas de transporte. Empresas logísticas y operadores globales podrían enfrentar desafíos significativos al intentar optimizar rutas y gestionar el aumento en los costos operativos.

Además, la incertidumbre derivada de un enfoque más proteccionista podría complicar la planificación a largo plazo. Las empresas que dependen de redes de suministro internacionales necesitarán mantener altos niveles de inventario como medida de precaución ante posibles disrupciones. Sin embargo, esta estrategia también implica mayores costos de almacenamiento y gestión, un desafío especialmente para empresas con márgenes de ganancia ajustados.

En este contexto de incertidumbre, la tecnología jugará un papel fundamental para las empresas que busquen mantenerse competitivas. Herramientas avanzadas como la inteligencia artificial y el análisis de datos en tiempo real permitirán a las empresas anticipar disrupciones y optimizar sus operaciones logísticas. Por otro lado, tecnologías como blockchain pueden mejorar la transparencia y la trazabilidad en las cadenas de suministro, un factor cada vez más importante tanto para los consumidores como para los reguladores.

La sostenibilidad también se perfila como una prioridad estratégica en este nuevo entorno. Las empresas que integren prácticas sostenibles en sus operaciones no solo estarán mejor posicionadas para cumplir con normativas ambientales, sino que también ganarán la confianza de consumidores que valoran cada vez más las iniciativas ecológicas. En un mundo donde las cadenas de suministro enfrentan una presión creciente por reducir sus emisiones de carbono, las estrategias sostenibles no son solo un deber ético, sino también una ventaja competitiva.

El posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en 2025 promete un periodo de grandes transformaciones para la logística internacional. Mientras algunos sectores podrían beneficiarse de incentivos para la producción nacional, otros enfrentarán desafíos significativos debido a políticas proteccionistas y una mayor volatilidad en el comercio global.

En Mojito360, creemos que la clave para navegar este entorno incierto radica en la resiliencia, la innovación y la sostenibilidad. Las empresas que inviertan en tecnología, diversifiquen sus cadenas de suministro y adopten estrategias ágiles estarán mejor preparadas para enfrentar los retos de este nuevo escenario.

El futuro de la logística está en constante evolución. ¿Está tu empresa lista para liderar el cambio?

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