Europa tiene una elevada dependencia de petróleo y el gas ruso. La tasa de dependencia energética de la Unión Europea ronda el 60%. A la cabeza están países como Bélgica e Italia con un 80%, mientras que menos, como Suecia o Reino Unido rondan el 30%.
¿Cómo abastece Europa su demanda de energética? El 27% del petróleo crudo y el 40% del gas natural provienen de Rusia. El resto de socios son Irak, Nigeria y Arabia Saudita respecto al petróleo, y Noruega y Argelia con el gas natural.
Como consecuencia de esta situación, se genera un peligroso equilibrio: Rusia necesita dinero y Europa necesita energía.
Saber cuál de los dos perdería más con una interrupción del suministro es complicado y esta tensión de suministros energéticos está en el centro de la crisis económica que muchos comparan con la III Guerra Mundial.
Rusia es el mayor exportador de petróleo del mundo. Solo el año pasado, ingresó casi 105.000 millones de euros de las exportaciones de crudo a Europa y al Reino Unido.
La Guerra de Ucrania, está dificultando las exportaciones de petróleo ruso pero en ningún caso lo está paralizando, Los petroleros rusos están apagando deliberadamente los sistemas de identificación automática para eludir las sanciones. Según Windward, empresa de gestión de riesgos marítimos los apagones han aumentado un 600% respecto a antes de la guerra de Ucrania.
Durante las cinco primeras semanas de conflicto, han desaparecido misteriosamente entre 1,2 y 1,5 millones de barriles diarios de crudo ruso, según fuentes de Rystad Energy.
Se desconoce con exactitud el destino de estos millones de barriles desaparecidos, si bien analistas de la CNN aseguran que las refinerías de China e India estarían comprando parte de los productos petrolíferos rusos.
En esta guerra, si bien el conflicto armado no está traspasando fronteras, en lo económico y sus consecuencias sociales, estamos frente a la III Guerra Mundial.